- Editorial:
- DEBOLSILLO
- Año de edición:
- 2011
- ISBN:
- 978-84-9908-855-6
- Páginas:
- 320
- Encuadernación:
- Rústica
ESCLAVAS DEL PODER
UN VIAJE AL CORAZÓN DE LA TRATA SEXUAL DE MUJERES Y NIÑAS EN EL MUNDO
CACHO, LYDIA
Un caso real de persecución y acoso a la periodista que denunció y destapó la mayor red de pederastia en México y sus conexiones con el poder económico y político de este país. La sociedad tiende a considerar la trata de niñas y mujeres como la reminiscencia de un pasado remoto en que la "trata de blancas" era un pequeño negocio de piratas que secuestraban mujeres para su venta en prostíbulos de países lejanos. Creíamos que la modernización y las fuerzas del mercado global habrían de erradicarla, y que el abuso infantil en los oscuros rincones del "mundo subdesarrollado" habría de disiparse al simple contacto de las leyes occidentales y la economía de mercado. Esclavas del poder demuestra justamente lo contrario. El mundo experimenta una explosión de las redes que roban, compran y esclavizan niñas y mujeres; las mismas fuerzas que en teoría habrían de erradicar la esclavitud, la han potenciado a una escala sin precedentes. En este libro aparecen todos los personajes de la tragedia: los tratantes, las víctimas que se convirtieron en victimarias y aquellas que sanaron su cuerpo y su mente y lograron transformar su vida, los intermediarios y los clientes, las madames, los militares y los servidores públicos, honestos y corruptos, de todos los niveles y países. Este es, pues, un mapa de la esclavitud contemporánea, una investigación que responde a las preguntas esenciales del periodismo: quién, cómo, cuándo, dónde y por qué en pleno siglo XXI se venden cada vez más seres humanos. La respuesta para abatir este crimen se encuentra en manos de los ciudadanos del mundo. De modo que cada ser humano pueda trazar su propia ruta hacia la libertad y la esperanza más allá del pánico moral que este tema ha generado en los últimos años. Reseña:
«Lydia Cacho es un modelo para todos aquellos que quieren trabajar como periodistas.»
Roberto Saviano